El chip y los vínculos
“Nos llevamos los vínculos con nosotros, eso nos salva. Los vínculos son como una tienda del desierto”.
Daniel sufrió desde este otro país, que lo acogió para estudiar, el secuestro de su madre en Colombia. Dos años estuvo secuestrada, tiempo en el que él no tuvo noticias de ella. Dos años es otro tipo de tortura. Si multiplicamos los años de secuestro en Colombia, nos da una pirámide de impactos y dolores en muchas familias y en el país.
Estar fuera es otro tipo de desamparo en una situación así que ya es de desamparo. Ese hecho le llevó a replantearse su retorno porque, aunque fue liberada, la incertidumbre se adueñó de sus vínculos. Le tocó construir redes emocionales que no vinieran de los ancestros porque aquella familia extensa, tan unida, quedó muy tocada después de ese secuestro. Las situaciones traumáticas extremas ponen en tensión y también te dan una medida de la fortaleza de los lazos.
En otro país, las redes toca tejerlas de nuevo. Muchas son entre los mismos exiliados y exiliadas, que entienden mejor que nadie tu experiencia. Pero entre quienes retornan y quienes cambian de lugar, es difícil mantener un tejido cercano también en el nuevo lugar. Cuando cambias de país y de cultura, tienes que cambiar muchas cosas de ti mismo para hacer dos tareas a la vez: adaptarte y seguir siendo tú. Antes se decía cambiar de casete, ahora que ya no existen tienes que cambiar de chip. Pero además hay algo que hace que sea más difícil mantener los vínculos, porque la gente cambia de trabajo o de lugar, por eso dice Daniel algo que es a la vez queja y reivindicación de la capacidad: “Cuando estás en el exilio, ya tienes el chip de la movilidad”.
Nos llevamos los vínculos con nosotros, eso nos salva, los vínculos son como una tienda del desierto, la jaima de los nómadas, el lugar que te protege del sol o el viento, que es un tipo de hogar que viene contigo. Pero a veces se estiran tanto que se rompen, otras nos reclaman esa parte que somos para seguir siendo. Toca desplegar la jaima y hacerla crecer en donde estamos.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
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