Una traición protesta
“Ahora que escucho su historia, tal vez haya otra explicación para las cosas incomprensibles”.
“Cuando regresé de mi exilio, y eso que no duró mucho, mi hijo que era hincha del América, pero ahora se ponía la del Deportivo de Cali”.
En mi tierra sería impensable que un hincha del Athletic de Bilbao se hiciera de la Real Sociedad. O uno del Barcelona se pasara al Real Madrid. Algo incomprensible tendría que haber pasado, para que en las fiestas de Gubia en Italia, que se celebran en mayo en medio de un calor que acecha, un miembro del grupo de San Ubaldo se pasara el bando de San Antonio Abad o de San Giorgio mientras recorren las calles estrechas de la ciudad corriendo como locos, cada uno con su imagen del santo que pesa unos cientos de kilos, para llegar primero a la ermita arriba de la colina que protege la ciudad, en una competición basada en las alegorías a la primavera y la fecundación, llena de códigos incomprensibles, porque todo el mundo corre por calles estrechas con el santo a cuestas, donde no se pueden adelantar.
Hay indicadores del impacto que parecen nimios, con tantas cosas que hay para contar del desgarro. En su ausencia, el hijo de Wilson se pasó de bando. Una muestra de que el exilio te lleva a una ruptura, que dejas de ser parte de algo colectivo. Las camisetas de los equipos que aglutinan tanta emoción compartida, también tienen historias de duelos vividos y de derrotas debidas a un día fatal o de resurrecciones épicas cuando todo parecía perdido. Aquella Copa. Aquel partido. Los penaltis. El árbitro, tantas veces villano.
Cuando todo eso estaba pasando, él, en sus noches de soledad, pensaba en qué había hecho de malo, sabiendo que todo por lo que se tuvo que ir se debía a que había hecho cosas de bueno. Al regresar, esas noches se le vinieron encima, mientras miraba la camiseta secarse al sol. Ahora que escucho su historia, tal vez haya otra explicación para las cosas incomprensibles. Tal vez el cambio de camiseta no fuera una traición, sino una llamada desesperada, que por fin logró su objetivo.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Otros artículos de este autor
Artículos destacados
-
ENCUENTROSDurante el 2020, la Comisión de la Verdad dio un salto importante frente a los avances en esclarecimiento, escucha y participación de las personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas.
-
RECONOCIMIENTO¿Qué pasó? ¿Dónde está? ¿Por qué? Son preguntas que se hacen con insistencia los familiares de desaparecidos que no cesan en sus esfuerzos por encontrar a sus seres queridos.
-
RECONOCIMIENTOEsta novela gráfica está basada en diferentes testimonios del Encuentro por la Verdad #ElCampoCuentaLaVerdad, que reconoció las afectaciones y el impacto del conflicto armado a la población campesina.